La reducción de muslos comprende una variedad de operaciones que eliminan la piel y la grasa de la parte superior de la pierna (el muslo) a fin de mejorar su silueta con la retirada de tejidos blandos.
La Cirugía
Tiene una duración de dos a cuatro horas, dependiendo de la cantidad de tejido a eliminar. Normalmente requiere un cambio de posición (de la parte anterior a la posterior y viceversa) y volver a preparar el campo quirúrgico y al paciente cada vez que se realiza un cambio de postura.
Se puede utilizar anestesia general, o bien anestesia regional junto con sedación endovenosa.
Puede realizarse con ingreso hospitalario o de forma ambulatoria.
Después de la cirugía
El efecto secundario más común es la dehiscencia de la herida en la intersección de las líneas de sutura en la ingle, a causa de la excesiva tirantez del cierre del muslo provocada por un movimiento inapropiado del paciente. Asimismo, pueden darse cicatrices ensanchadas por la tensión excesiva en dichas zonas.
Los riesgos son similares a los asociados con cualquier cirugía, incluídos infecciones, hematomas y retención de líquidos. La embolia pulmonar es una posibilidad remota.
Requiere de 3 a 4 semanas de movimiento restringido: no separar las piernas ni flexionarlas en exceso. Mejor efectuarla en los meses más fríos del año, dado que es importante llevar la prenda de presión especial de post-operatorio para ayudar a la recuperación.